martes, 13 de octubre de 2015

La ciudad al otro lado de las murallas

Ese día Damián se sentó a leer el diario después de una tarde tranquila en la oficina. Fue pasando sin afán cada una de las páginas del periódico entre sus manos, buscando algo que le pareciera interesante.  Damián González era un tipo sin problemas, tenía todo lo que un hombre podía desear; una esposa dedicada, de buen aspecto a pesar de los años, un empleo exitoso en una de las compañías de Ingeniería más importantes del país y dos hijos bien educados de veinte y diecinueve años que asistían a una de las mejores universidades del país.

Damián leía con poco interés cada uno de los artículos, hasta que encontró un reportaje especial que llamó su atención. El reportaje se titulaba: "La ciudad al otro lado de las murallas" y era una serie de entrevistas hechas en uno de los barrios más difíciles y peligrosos de una ciudad costera, muy famosa por la belleza de sus playas, su arquitectura y la gran cantidad de turistas que congregaba año por año. Entre los reportajes se encontraban las historias de un jóven delincuente que ya contaba en su haber con más muertes que años encima, cuya historia se resumía en una impactante frase pronunciada por él mismo "Probablemente no viviré para cumplir los veinte". También estaba la historia de una chica que se dedicaba a la venta de drogas, a la entrada de una de las discotecas más famosas de la ciudad y cuyo encabezado ponía "Mis mejores clientes son extranjeros".

Él siguió leyendo con más interés y se encontró con dos o tres historias similares, hasta que llegó a la historia de Mercedes Pardo. Mercedes, o "Mechas" como la conocían popularmente, era una prostituta de cuarenta y dos años a la que la vida se la había llevado por delante de una forma casi que dramática. Mechas narraba que había empezado a prostituirse desde los 17 años, cuando vivía con su madre, la dueña de un restaurante/taberna de mal morir de aquel barrio de esa ciudad. Su madre también se prostituía y era ella misma quien la había vinculado en el "negocio familiar" a tan temprana edad, pues como Mechas decía, "Es imposible vivir con las ganancias que dejan diez sopas al día o unas cuantas cervezas en la noche".

En la entrevista, Mechas confesaba ser consumidora de varias drogas, que se convertían de alguna forma en la única forma de evadir el infierno en el que vivía. Ella también narraba como hacía tres años su único hijo había sido asesinado en una guerra de pandillas, pues como sus palabras decían "Mi muchacho tomó también el camino malo". Según el reportaje se narraba como ella decía con lágrimas en los ojos que para esa fecha su muchacho tendría ya veinticuatro años.

Mechas no tenía compañero sentimental ni nada similar pues decía: "Ningún hombre, está dispuesto amarte si has sido una puta, por mucho que lo hagas disfrutar en la cama". Sin embargo, con una fuerte risotada (según el texto) ella se jactaba de que a pesar de que su culo ya no era el de antes, su piel había perdido lozanía y las tetas las tenía caídas, pues "Los años y la droga no pasan en vano" aún eran muchos los hombres en la ciudad que pagaban por ser atendidos por la vieja Mechas y que además eran muchos los jovencitos que habían iniciado su vida sexual entre sus piernas.

Al final el reportero terminaba relatando como muy posiblemente Mercedes Pardo seguiría ejerciendo la prostitución hasta que sus clientes cesaran a causa de los años o hasta que una sobredosis de droga acabara con su vida. Mientras tanto a Damián se le hacía un nudo en la garganta y sus ojos se llenaban de lágrimas de remordimiento, al recordar como hacía veinticinco años, cuando él apenas empezaba su carrera profesional en aquella lejana ciudad amurallada; en una noche de pasión, una jóven mulata de diecisiete años, le rogaba entre las sábanas que la llevara con él cuando se marchara, que ella estaba dispuesta a seguirlo a cualquier sitio y que él, a pesar de haber comprado su virginidad por una ridícula suma en un restaurante de mala muerte, le había respondido tajante "No, tu no perteneces a mi mundo".

Al día siguiente y de forma paradójica, en la página 6A del mismo diario, un pequeño artículo presentaba la noticia de como había sido encontrado el cuerpo sin vida de un importante empresario llamado Damián Gonzalez, que se había ahorcado en su casa, sin ningún motivo aparente.

Octubre de 2015.


2 comentarios:

  1. Vaya.
    Un relato cruel, pero no por ello menos sincero en las palabras de la Mechas.
    Me gusta.

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    1. Muchas gracias por comentar dama. Si, traté de que fuera un relato un poco duro y crudo para hacerlo más realista.

      Besos y abrazos mujer.

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