viernes, 4 de septiembre de 2015

Apocalipsis

El mundo se convulsiona al ver a un ángel varado en la playa
y los seres extraños que se destruyen unos a otros,
en una danza repugnante empezada hace miles de años,
cierran las puertas de sus casas a aquellos que buscan refugio
y abren el fuego de su odio contra aquellos que no piensan igual.

Siguen enfrentándose entre si por promesas vacías,
mientras desaparecen por cuenta del odio, aquellos que sólo claman justicia y libertad.
Los buitres vuelan ansiosos para saciar su hambre con los restos sobrantes.
y las letras hambrientas de ojos que las alimenten, llenan millones de páginas,
junto a las imágenes de pequeños ángeles caídos, que revelan la realidad del horror.

El mundo ya presenta los síntomas de una terrible enfermedad
El hambre, la miseria, el horror y la tristeza lo matan lentamente,
pero sigue sin conocer la gravedad de su estado terminal;
todo por culpa de un peligroso parásito, un parásito asesino llamado humanidad.

¡Ayuda! claman las familias que viven en las fronteras al norte del sur,
¡Auxilio! piden los que se ahogan en sus sueños al intentar huir de las pesadillas,
¡Libertad! exigen los inconformes de tierras más frías;
¡Ya basta! gimen aquellos que viven en las tierras de nadie;
¡No me importa! responde el resto de aquellos que sólo caminan,
sin saber que a cada paso que dan, se acercan al mismo terrible final.

Septiembre de 2015




4 comentarios:

  1. Sin palabras.
    Fuerte y un poco desgarrador.
    Like it!

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  2. Un gancho de palabras certero. Si no cambiamos el camino, el camino nos cambiará a nosotros. Gran reflexión, Andrés.
    ¡Abrazo, Compañero!

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    1. Me alegra mucho que te haya gustado Edgar, gracias por pasarte y comentar. Abrazo de vuelta compadre.

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