viernes, 24 de noviembre de 2017

El farolero

- ¿A quién buscas en este rincón oscuro? -Preguntó el viejo farolero-
- A alguien... a algo que ya no existe, pero que una vez fue mío -Respondió ella con la mirada perdida-
- Y entonces, ¿Por qué buscas ese algo aún, en un lugar desolado como este, en el que ya ni el eco de los recuerdos suena?
- Por nostalgia -Respondió ella- por costumbre, porque en algún momento pensé que siempre iba a estar, a estar para mí...
- Y estuvo; -Respondió nuevamente el farolero- De eso no puedes dudar jamás, te esperó durante mucho tiempo, con paciencia, con tristeza, con desespero, con alegría, con nostalgia y con ternura, en ocasiones con una mezcla insoportable de todo lo anterior; pero murió, como todas las cosas mueren alguna vez...
- Lo sé, yo lo maté...
- No pequeña, tú no lo mataste y esa es una culpa con la que no debes cargar, ese algo como tú lo llamas, ese alguien... murió porque debía morir, porque era su destino y él siempre lo supo. Tal vez sus decisiones y su propia convicción lo llevaron a ello; tal vez, solo fuiste un espejismo que durante un tiempo lo alejó de su camino, quizás tú misma fuiste parte de ese camino que él debía recorrer, eso es algo que tú y yo no sabremos jamás. Lo cierto, es que ya no yace en este sitio, su larga espera por tu llegada terminó al fin y es hora de que tu búsqueda de aquello que ya no existe termine también. Deja que los muertos descansen en paz con los muertos y regresa tú al mundo de los vivos, que ese es tu lugar, es ahí donde perteneces y cosas maravillosas te esperan.
- ¿Y qué pasará con este lugar? -Se atrevió a preguntar ella- ¿Se caerá a pedazos tras la muerte de su creador?
- No, no pasará nada, este lugar se mantendrá, al menos durante un tiempo. Si gustas, puedes venir cuando quieras a visitarlo, aunque no busques recuerdos. No estés triste, que él no lo hubiera querido así, él hubiera querido verte sonreír siempre. Un pobre y cansado farolero regresará aquí por las noches, para barrer y limpiar el polvo, para asegurarse de que las viejas historias no sucumban al tiempo y al olvido tan rápidamente, para encender las luces de vez en cuando y para ver, como quizás, nuevas historias nacen y mueren aquí.

Finales de noviembre de 2017.


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