Una ciudad extraña, una cerveza, un cigarro y música de fondo
Vos, sentada en la barra de un bar conversando alegremente
Mientras yo, no puedo hacer más que desesperarme en la distancia
Tal vez me preguntarías con una mirada vaga el por qué de mis celos
Y yo sólo puedo responderte sintiéndome un idiota
Muero de celos por aquellos ojos que te miran indiscretos
Muero de celos por aquel tipo que te dice cosas al oído y te hace sonreír
Me dan celos de la cerveza que te invitan y recibes sin vacilar
Siento celos del tipo que te levanta de la mesa invitándote a bailar
Me dan celos de aquellos hombres que flirtean a tu alrededor
Pero lo que más celos me da es de no ser yo quien te pueda acompañar.
Octubre de 2015
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