Escena

Suena el melancólico acordeón de un músico callejero, la estación del metro está casi vacía a esa hora de la noche. Rose, espera impaciente para llegar a casa, la melodía de ese maldito acordeón la desespera pero hay algo más en el ambiente, algo que no la deja estar tranquila. Enciende un cigarro para calmar los nervios y sin embargo esa sensación de escalofrío, ese presentimiento macabro no la deja en paz. De repente, un rugido en el aire rompe la mono temática melodía del acordeón mientras los ojos desorbitados del músico que patea su sombrero con las monedas, ahogando un grito con sus manos, observan a la terrible bestia que se abalanza entre las tinieblas, para destrozar el cuello de la dama entre sus fauces.