martes, 17 de febrero de 2015

Ganadores y perdedores en un mundo de fantasía

¿Y al final quién gana?, es una de las preguntas más frecuentes (y más molestas) que tiene que responder un rolero que trata de explicar su pasatiempo a alguien que no pertenece al "mundillo" y que admitamoslo, fue una de las primeras dudas que se nos vino a la mente cuando empezamos en esto de los juegos de rol (al menos para mí fue así). Aunque a simple vista parece una pregunta fácil, siempre terminamos ladeando la cabeza y gesticulando con las manos, tratando de dar la mejor respuesta sin conseguirlo.

Revisemos un poco la que comúnmente creemos es la respuesta correcta, claro, para los roleros:

"Al final si la partida es buena, todos ganamos, porque el objetivo del juego es divertirse y bla, bla, bla..."

Pero, ¿Qué tan cierto es eso?; bueno, los juegos de rol tienen muchas ventajas y aportan mucho en la formación de los individuos, sin embargo muchos de esos beneficios pasan imperceptibles ya que el objetivo principal de jugar una partida de rol con los amigos es divertirse; algunos de esos beneficios adicionales son:
  • Los juegos de rol resultan económicos; o al menos lo es jugar una partida. Ya si lo que deseas como jugador es tener la colección completa de D&D de las ediciones 3.0 y 3.5, o si quieres comprarte todos absolutamente todos los juegos de rol que hay en el mercado actualmente... bueno, es posible que tengas que mover un poco la mano dentro del bolsillo.
  • Los juegos de rol promueven la lectura. Para ningún jugador de rol es un secreto que jugar habitualmente, hace que pasemos más horas leyendo de lo que pasaríamos si no jugáramos y no se trata de leer solo los módulos, el reglamento, los entornos de campaña y demás, sino también de leer literatura de aventuras, de fantasía, ciencia ficción, terror, horror y suspenso. ¿por qué?, Pues sencillo, el jugador de rol pasa más horas leyendo de lo habitual porque desea enriquecer sus personajes, desea interpretarlos mejor y además, si tiene la oportunidad de dirigir partidas, va a querer también enriquecer su historia y sus aventuras. De ahí que muchos jugadores de rol tiendan a convertirse en escritores, poetas y blogueros tanto profesionales como aficionados.
  • Ya que se ha mencionado el aumento del interés por la lectura cabe destacar los beneficios de la lectura para la formación del individuo: 1. Aumento de la reserva cognitiva, 2. Retarda y previene la perdida de la memoria, 3. Reduce los niveles de estrés, 4. Estimula la actividad cerebral y fortalece las conexiones neuronales, 5. Puede ayudar a regular el sueño, pero vamos que esto no lo digo yo, si quieres leer la fuente original de esta información disponible en www.rpp.com.pe clickea aquí.
  • Los juegos de rol son una diversión sana; bueno más allá de que no promuevan la actividad física, son un pasatiempo que mantiene la mente ocupada, situación que resulta muy beneficiosa para adolescentes en proceso de formación.
  • Algunos juegos de rol fomentan el trabajo en equipo: Esto se debe a que muchos de los juegos de rol se basan en la dinámica del grupo de jugadores interpretando aventureros, cada uno con diferentes habilidades y que tienen que unir fuerzas para completar una meta común.
  • Promueven la socialización; ya que al ser un juego de grupo hace indispensable el compartir con otras personas y promueve el desarrollo de la comunicación,. Además los juegos de rol pueden ser usados como técnica para contrarrestar la timidez y mejorar la expresión en público, ya que hace que tanto jugadores, como director, estén inmersos en un proceso de narración/interpretación constante.
  • Benefician el desarrollo de la imaginación, ya que las partidas de rol tienen su principal escenario dentro de la mente de los jugadores, eso sí, con unas cuantas ayudas audiovisuales de vez en cuando.
Sin embargo, después de explicar todos estos beneficios y el enorme potencial de los juegos de rol, es posible que el interlocutor aquel, que nunca ha jugado una partida, levante una ceja, cruce los brazos e insista de la siguiente forma: 

"Si, pero ¿Al final quién gana?".

Y eso es porque con toda la parrafada anterior no hicimos más que evadir la pregunta inicial. Pero ¿De dónde sale la pregunta y el interés por saber quien gana?, sencillo, los seres humanos somos competitivos por naturaleza. Y es que es difícil imaginar un juego, deporte, pasatiempo o sea lo que sea, que no termine con la dinámica del ganador; muchos de los pasatiempos y diversiones más comunes se resuelven con una situación ganador/perdedor. Desde los típicos juegos de niños como la rayuela, policías y ladrones y demás, pasando por juegos de mesa como el parqués (parchís, ludo o como lo llamés en tu país), el dominó, el ajedrez, el monopoly, hasta un partido de baloncesto, fútbol, o lo que quieras imaginar. La competencia es parte fundamental de la naturaleza humana (tal vez sea esta la razón para tantas guerras absurdas en el mundo pero eso ya es asunto de otra discusión). Pues bien, los juegos de rol, querido amigo rolero no son la excepción; es solo que en este caso esa "dinámica del ganador" es un poco diferente.

En un juego de rol podrías hallarte compitiendo contra un imaginario que sólo existe en la mente de los que están sentados a la mesa, o contra tus compañeros por subir de nivel, obtener objetos geniales, ocultar algún secreto y averiguar información o simplemente por mantener a tu personaje vivo. Lo que hace todo un poco más complejo y depende del tipo de juego, el grupo, el director de mesa, la partida, en fin. Un ejemplo muy sencillo de esto sería comparar una partida de un juego como Fiasco en el que uno de los objetivos principales es hacer que los personajes de tus compañeros hagan el ridículo, pasen por las situaciones más absurdas y más hilarantes posibles, con un juego como el D&D en el que la dinámica se basa en la cooperación entre los miembros del grupo. Por motivos como esos la respuesta más acertada a esa pregunta sería:

"Depende del juego que estés jugando, ya que no todos los juegos de rol son iguales".

A eso agrégale un par de ejemplos puntuales acerca de los juegos que conozcas, remarcando en las diferencias y características de cada uno; que si así no consigues hacer que tu interlocutor te acompañe en una partida, al menos le darás suficiente tema para pensar y te librarás de más preguntas incómodas por un buen rato. Si, confunde y reinarás.





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