¿Alguna vez pensaste por qué al hacer lo correcto te sentías tan mal?
Quizás aquel momento en el que le hiciste daño a alguien
sólo para conseguir que te odiara.
sólo para conseguir que te odiara.
Ese momento en el que tu única decisión fue alejarla y salvarla de ti mismo
solo para que fuese feliz y no tener que cargar con la culpa de su desdicha.
El instante aquel en el que preferiste decirle adiós, desearle éxitos y un buen viaje.
Ahí, cuando la desilusión fue tan grande que las únicas lágrimas que pudiste
derramar, fueron las letras que se escaparon rebeldes de entre tus dedos,
porque incluso para llorar, hacía mucho que habías perdido tu capacidad.
derramar, fueron las letras que se escaparon rebeldes de entre tus dedos,
porque incluso para llorar, hacía mucho que habías perdido tu capacidad.
Agosto de 2015.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderBorrarMás triste ha de ser amar tanto a alguien, que tengas que alejarte sólo para verle feliz.
BorrarSaludos y un abrazo.
Ostras Andrés, me has dejado pasmada. Corto, conciso y directo al corazón. Qué triste y a la vez qué tierno... Comparto encantada :D
ResponderBorrar¡Abrazoooooo!
Y a mi me alegra mucho que te haya gustado, un abrazo trasatlántico Carmen.
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