viernes, 30 de septiembre de 2016

Azul

La puerta está abierta y al otro lado podés ver la lluvia que cae copiosamente
pero ¿qué importa la lluvia?, si las puertas abiertas siempre son nuevas oportunidades,
nuevos caminos para recorrer, para avanzar y salir de tu celda
para muchos es tan fácil escribir sobre la tristeza, claro, es que todos la hemos sentido
a veces es tan fácil que pareciera no tener mérito alguno.
Esconderse en una fría y oscura habitación es la salida sencilla,
quejarte por las oportunidades perdidas, por el amor que se fue, por la falta de fuerza,
por la falta de ganas, por la incapacidad, la frustración y la impotencia;
es muy sencillo volver a tomar las mismas decisiones una y otra vez
seguir el mismo camino y negarse a salir, arguyendo la lluvia que cae fuera
es tan fácil rendirse y dejarse caer, cometer de nuevo los mismos errores.
Y es que cada quien es libre de hacerlo, sentirse derrotado y sumirse en la oscuridad.
Pero lo cierto es, que por mucho que llueva afuera, por muy cómoda que resulte la cueva
esa puerta que ves, que quisieras tirar para correr a tu cama y llorar abrazado a tus almohadas
continúa abierta por alguna razón y no hay tormenta, por fuerte que sea, que dure para siempre.

Septiembre de 2016.




No hay comentarios.:

Publicar un comentario